novembre 2021 / ENTREVISTA

Entrevista a

Jacinto Bernardo

En Jacinto és el mític cambrer del “Bar del 20”. El trobareu qualsevol matí de la setmana traient un somriure als estudiants mig adormits mentre endevina el tipus de llet que vol cadascú al seu cafè. Acompanya’ns a conèixer la persona darrere d’aquest mite del Campus Ciutadella: què li agrada fer dins i fora de la feina i com ha viscut la Covid-19 des de darrere de la barra.

¿Cómo se ha vivido la reapertura de la cafetería este inicio de curso?

Yo a nivel personal lo que he encontrado después de un año y ocho meses sin venir a trabajar es que a mi cuerpo le ha costado adaptarse al ritmo, ya no soy un crío. ¿Cómo ha ido? Pues bien, lo que pasa es que normalmente conocemos a la gente y ahora con la mascarilla es mucho más difícil socializar. Por ejemplo, si haces una broma y la gente no ve tu lenguaje corporal se pueden pensar que les estás echando la bronca. También hay un problema auditivo, el acondicionamiento acústico en estas instalaciones es malo y tienes que estar constantemente diciendo “¿Qué has dicho?”. Hay gente a la que le sabe mal que te tengas que repetir. Así y todo, estoy con muchas ganas. A pesar de que a mí me han seguido pagando lo que estipula la ley, yo siempre digo que yo me dedico a esto desde hace treinta y siete años porque me encanta mi trabajo. Me gusta muchísimo la gente, me gusta socializar. Yo estoy en contra de las redes sociales, a mí me gusta más hablar, ya que ahí es donde conoces realmente a la persona que tienes delante. Con su lenguaje corporal, su higiene, su carisma… Soy más antiguo.

Confiese: ¿ya tiene clientes favoritos este curso?

Para mí todo el mundo es favorito hasta que demuestra lo contrario. Yo doy mi amistad y el que la quiera recibir que la reciba, a mí las personas me aportan hasta que no demuestran lo contrario. Evidentemente, mi marido me dice: “tú eres demasiado sociable y la gente no tanto, lo haces de corazón pero cada uno lo interpreta como lo interpreta”. Ahora bien, cuando la gente se va en cuarto o en quinto evidentemente te da pena porque les has cogido cariño.

¿Qué mensaje lanzaría a los estudiantes para hacer que su trabajo y el de sus compañeros sea más sencillo?

Nosotros desde la empresa tenemos carteles informativos pidiendo mantener la terraza más limpia, depositar las botellas o tirar la basura a los contenedores. Hacerles más o menos caso ya depende del criterio de cada uno. Los estudiantes de primero y segundo que empiezan una etapa muy diferente y vienen del colegio a lo mejor están menos por la labor, pero bueno, si ellos no ensuciaran yo no trabajaría.

“A pesar de que a mí me han seguido pagando lo que estipula la ley, yo siempre digo que yo me dedico a esto desde hace treinta y siete años porque me encanta mi trabajo.“

Es otra manera de verlo…

¡Hay que ser positivo! Algunas veces sí que dices “¡La madre que los parió!” pero lo dices con cariño porque aquí cada uno hace lo mejor que puede.

¿Tienen algún tipo de rivalidad con vuestros compañeros de la cafetería Roger de Llúria?

Yo considero que no, todos somos gente que llevamos muchos años juntos trabajando y cada uno tiene su grupito. También es verdad que, con los años que llevo aquí, noto que la clientela que tenemos abajo no es la misma que la que tenemos aquí arriba. Este bar te lleva un poco más a socializar (por la terraza), por lo tanto quien busca este tipo de bienestar sube aquí. Pero aquí cada uno tiene su gracia y a lo largo de los años crea vínculos con los estudiantes. Algunos te cuentan algo de su vida y te piden asesoramiento, o que un día les duele la barriga… Y por nuestra parte a la gente que conoces la mimas, por ejemplo, les haces algo a la planchita para que se mejoren… Nunca hay que olvidar que vivimos de relacionarnos entre nosotros y, a la gente, si le transmites algo, volverá.

¿Cuál es su bocadillo estrella/desayuno favorito en la cafetería?

Aquí tendríamos que tener en cuenta que ha habido dos empresas, una que estuvo diecinueve años y la actual, que lleva más de seis. Esta ha evolucionado muy positivamente, cuidan muy bien a los alumnos ofreciendo una gran calidad de los productos. Nosotros siempre buscamos la innovación para que la gente goce de más variedad: desde ofrecer leches de todas clases, hasta comida vegana y vegetariana, o para celíacos… En ese sentido, no hay un producto estrella, depende del hambre que tengas, de lo que te apetezca…

En todo caso, la calidad de la comida es muy alta, nosotros lo verificamos. Toda la comida pasa un control impresionante. He trabajado con 4 empresas y todas tenían protocolos muy estrictos, pero la actual es especialmente buena en ese sentido. Todo lo que se vende un día se ha hecho ese mismo día, con varias horas de producción detrás. Estamos muy satisfechos con todo lo que servimos.

¿Qué es lo que más ha echado de menos de venir a la Universidad?

A vosotros. Mi día a día en general, por estresante que pueda ser. Hablar con la gente, los pequeños momentos cotidianos que me llenan y me hacen pasármelo bien. Evidentemente a mis compañeros también, pero estábamos en contacto. Aparte de hacer las tareas de casa, estuve practicando un idioma que tenía en desuso pero no me llenaba. He echado mucho de menos los “buenos días, ¿qué tal?” o los “menos mal que es viernes, ya pronto fin de semana”.

¿Qué habéis hecho, tú y tus compañeros, este año que la cafetería ha estado cerrada?

Mi madre es mayor, está enferma y estuve cuidándola. Ir a comprar, limpiar la casa, hacer la comida… Y, por supuesto, dos o tres horas al día estudiaba idiomas. Un rato de inglés pero sobre todo he querido recuperar el japonés, ya que me estoy preparando para examinarme. Lo tenía un poco olvidado. Por las tardes, un poco de deporte -cuando digo deporte me refiero a andar, que uno ya es mayor (se ríe). Cuando ya se pudo, salí con mis amigos a tomar algo.

¿Quién decidía la apertura de la cafetería, la UPF o Universitas?

Nosotros nos regimos por lo que nos diga la Universidad, que actúa siguiendo los protocolos del Departamento de Salud. Nos hemos ido adaptando a las normativas vigentes, que han ido cambiando con el tiempo. De toda manera, los protocolos fueron siempre muy claros. Lo mismo haremos si se decide que se quiten las mascarillas que, hoy por hoy, es lo único que nos recuerda a la pandemia. La gente ha vuelto a socializar, la cafetería se llena. Igual cuando pase el invierno…

¿Cuándo empezó a trabajar en la cafetería de la UPF?

Tengo lagunas, pero si no me equivoco me parece que vine aquí en el año 98.

¿Por qué?

Vine a la Pompeu porque estaba trabajando en ESADE que era una empresa familiar y luego, cuando mi tío se jubiló, vino una empresa americana que no permitió que continuara siendo una empresa completamente familiar. Después de esto me ofrecieron llevar un departamento en los Bares Munde y decidí que era una buena manera de subir un poco de escalafón. El problema fue que trabajar allí me obligaba a hacer 3 horas de transporte y no era práctico, así que decidí pedir el traslado a aquí, ya que queda mucho más cerca de mi casa. Después, con los años no me he movido básicamente porque estoy muy a gusto.

¿Qué le gusta hacer fuera del trabajo?

Socializar. Tengo amigos míos que cuando me ven por la calle me dicen: “Me voy que tú hablas mucho”. De hecho cuando le explico cosas a mi marido al llegar a casa por la noche siempre me pregunta si quiero un vaso de agua para descansar la lengua. Qué le voy a hacer, soy así (ríe). En consecuencia, cuando estoy con mis amigos siempre les digo que conmigo tengan los móviles guardados, me parece fuera de lugar tomar un café con alguien y que ese alguien esté mirando el móvil todo el rato.

¿Qué música escucha para llegar tan alegre al trabajo?

A mí me gusta la música de todo tipo, considero que dependiendo del momento del día o de tu estado anímico puedes escuchar diferentes géneros. Cuando estoy con mi pareja me gusta la música romántica, para salir algo más alegre y para relajarme me gusta mucho la ópera. Seguramente lo que menos me guste sea el “reggaeton” porque me cansa y me cuesta entender cómo tiene tanta audiencia entre los jóvenes teniendo en cuenta la importancia del feminismo hoy en día. No tengo canción favorita, dependiendo del día puedo pasar de David Bisbal a Vicente Ferrer.

¿Si pudiese lanzar un mensaje a todas las nuevas generaciones de graduados universitarios, cuál sería?

Mi discurso siempre es el mismo, lo importante en esta vida es que lo que hagas te aporte, ya seas camarero, mozo de limpieza, empresario… Que te aporte. Cuando salgo en un video en el acto de graduación dando gracias por escucharme, por reír mis bromas y por facilitar mi trabajo, siento satisfacción y que todo tiene sentido. En esos momentos, cuando dos mil personas te están aplaudiendo sientes que tu trabajo está bien hecho. Muchas veces me han dicho que por mis cualidades podría montar un bar, pero yo me considero un trabajador bien pagado, con un horario semanal cómodo y unas vacaciones geniales. 

A veces veo que para vuestra generación está más difícil todo porque todos estáis mucho más preparados, pero hay menos trabajo y más precario. Creo que es una de las cosas por las que deberíais salir a la calle y protestar. Os formáis durante 25-30 años para luego trabajar 12 horas al día con un sueldo que no te permite independizaros. Esto es un problema porque todo es una rueda, si no os independizáis tardáis más en tener pareja e hijos y entonces, ¿Quién va a pagar los servicios públicos el día del mañana? ¿O mi jubilación? Es complicado.

Entrevista realitzada per Abdon Vilà i Emilia Andueza

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